Eternidad

Rafael Manrique

Los retratos realizados por Rafael Manrique (Ciudad de México, 1958) durante los años ochenta y noventa en diferentes puntos de Veracruz, representan un caso excepcional para el imaginario homoerótico en la fotografía mexicana, por una estética donde lo íntimo se manifiesta en la proximidad que hay entre el autor y su comunidad, y por un sentido de pertenencia expresado en la circulación de sus imágenes, que viajaron en su momento de mano a mano y de casa en casa. Por su parte, la belleza de sus retratados está dada por una atmósfera donde el tiempo es imperceptible y la juventud desea ser eterna. En ese mundo, las parejas retratadas representan un vínculo erótico tejido por lazos de amistad y complicidades afectivas. 

Para nuestro presente, las imágenes de Rafael son pioneras en ver con deseo y dignidad a personas afrodescendientes. “Parejas” es una serie fotográfica que funciona como un espejo para el autor, donde se encuentra en el reconocimiento y la compañía del otro. La participación de Manrique como militante del Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR) hacia finales de los años setenta y durante los ochenta, conformó su voz como fotógrafo del frente y también su mirada en incursiones visuales posteriores. Las imágenes que integran la serie que decidimos llamar “Parejas”, existen sin duda por las libertades identitarias ganadas por los colectivos queer de entonces, quienes abrieron una vida pública para diversos mundos personales.

Su serie representa también una conciencia comunitaria que anhela una imagen propia y visible de su erotismo. El deseo por conformar historias visuales narradas del otro lado al normativo, se manifiesta en la esfera pública construida por las revistas gay y lésbicas de los años 80 y 90. Aquel imaginario comenzará a viajar en el caso de Manrique, en impresiones de formato postal que ocuparán bolsillos masculinos, habitaciones cálidas y medios impresos de distribución tanto local como nacional. Como ejemplo de lo anterior, incluimos algunos ejemplares de la revista “Del Otro Lado”, en la que Manrique colaboró como coeditor y fotógrafo, al lado del activista Juan Jacobo Hernández, fundador del proyecto.

La eternidad de las imágenes que integran esta muestra, radica quizás en que han conservado su pulsión erótica, pero sobre todo en que manifiestan una configuración afectiva de masculinidades que escapan a las etiquetas obsesivas de la razón contemporánea. 

Pame Laperra

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‍Rafael Manrique (Ciudad de México, 1958). Dede muy niño me enamoré de la fotografía. Mi padre me prestaba su cámara réflex y fue quien me enseñó las primeras lecciones. En 1979 compré mi propia cámara, una Canon TX. Comencé a fotografiar todo y poco a poco fui creando una mirada propia, enfocada en el retrato. Fotografié lo que vivía, a mi familia y amigos, mi participación en los inicios del Movimiento de Liberación Lésbico-Gay. En esos años documenté las primeras acciones públicas, las marchas, los plantones, las protestas, algunas reuniones y celebraciones. En mis primeros veintes me fui a vivir al Estado de Veracruz, a la Barra de Chachalacas, municipio de Úrsulo Galván, donde me convertí en el fotógrafo del pueblo, lo que me ha permitido documentar el transcurrir de su vida comunitaria por más de cuarenta años. Fui fotógrafo de la revista gay “Del Otro Lado” del Colectivo Sol y publiqué en la revista mexicana “Macho Tips” y la italiana “Babilonia”. Entre 2005 y 2008 tuve un foto-estudio en la ciudad de Cardel, Veracruz.